¿Qué es una casa pasiva?
Las casas pasivas o «passivhaus» son construcciones que tienen como objetivo reducir las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración de los edificios hasta en un porcentaje elevado respecto a la construcción convencional, además de dotar a la viviendas de un elevado confort interior por varios motivos: la homogeneidad de las temperaturas interiores, por el alto aislamiento acústico y por la calidad del aire.
Su secreto consiste en combinar un elevado confort interior con un consumo de energía muy bajo, y a un precio un poco más elevado que permite amortizar la diferencia de inversión con respecto a un edificio normal en un plazo corto de tiempo.
Diseño bioclimático
Para hacer nuestro edificio más eficiente hemos realizado un estudio del clima, de la orientación, de la forma y volumen, de la captación de radiación solar en invierno y su protección en verano, de las sombras que tendrá el edificio y cómo le afectan.
Alto aislamiento térmico
El aislamiento seleccionado reducirá pérdidas de calor en invierno y ganancias en verano y, por tanto, la demanda de energía.
Eliminación de puentes térmicos
Una capa de aislamiento continua permite no tener interrupciones ni debilitamientos y así evitar los puentes térmicos, habituales en los edificios convencionales y que provocan una gran parte de las pérdidas de calor en los edificios.
Ventanas de altas prestaciones
Las ventanas constituyen el elemento más débil de la envolvente de un edificio. Una buena calidad de las mismas y una correcta instalación es fundamental para una alta eficiencia energética.
Recuperador de calor
La ventilación mecánica permite que continuamente se esté renovando el aire interior. Gracias a un recuperador de calor, el aire se transforme en frio/calor, en función de la eficiencia del recuperador y sin ningún sistema de calefacción.
Estanqueidad al aire
En las casas pasivas se cuida la estanqueidad al aire, de tal forma que existe una prueba final para comprobar que la envolvente del edificio es estanca.
Confort y salud
Por la homogeneidad de las temperaturas interiores, por el alto aislamiento acústico y por la calidad del aire (en continua renovación y filtrado, por tanto libre de CO2, COVs, polvo, suciedad, polen,…). El aire filtrado evita la presencia de polvo y polen, lo que reduce las reacciones alérgicas. La baja concentración de CO2 y COVs reduce la sensación de cansancio, algunas dolencias como dolores de cabeza, irritación en ojos, nariz, garganta, sequedad del sistema respiratorio y algunas enfermedades.
Eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad
Eficiente por el bajo consumo energético y, en consecuencia, económico. Sostenible por el CO2 que deja de emitir una casa pasiva.